La inspiración que me mueve reflejada en la realidad

¡Hola!

Me llamo Carolina y soy la artesana que hay detrás de tanto nudo

Visto en perspectiva, ahora entiendo que todo empezó en la infancia. Me apasionaban las manualidades, el punto de cruz, pintar o pasarme una tarde haciendo punto cadeneta sin más sentido que crear. A medida que crecía mi inquietud no cesaba, de echo creaba con tanta facilidad que no necesitaba patrones ni pautas a seguir. Todo salía de la imaginación y la necesidad de plasmarlo. Y ¡claro! no todo salía a la primera. Muchos proyectos acababan abandonados en un rincón del armario como si así esconderá mi decepción. Una y otra vez volvía a empezar hasta que para mí fuera perfecto. Algo difícil de conseguir...


Recuerdo siempre un profesor que me dijo “Tienes que dedicarte a algo relacionado con el diseño. Donde sólo hay 4 paredes, tú ves una habitación lista y llena de detalles”. De esto hace más de 15 años y recuerdo esas palabras como si fuera ayer. En aquel momento sabía que él tenía razón, pero las circunstancias personales y posiblemente la inmadurez propia de la edad, no me permitieron seguir ese camino.


Los años pasaban y la vida seguía. Igual que seguía esa espina pero sin un sentido claro hacia donde apuntar. Hasta que por casualidad descubrí el macramé. Realmente, no lo sentí diferente a cualquier otra técnica o arte que hubiese probado antes. Así lo creí al principio, pero pasaron los días, me enamoró y acabé atrapada en este mundo de nudos.


En este punto ya no era una niña y tenía la oportunidad de materializar lo que quería, pero no sería fácil. Mis compañeras de viaje eran las inseguridades y los miedos. La vida personal no acompañaba, pero la ilusión que salía de mi interior marcaba los pasos. Allí, des de la solitud y el vacío entendí que el miedo en exceso paraliza y que en algún punto del camino por, miedo a perder, me perdí a mi misma.


Muchas preguntas sin respuesta, introspección y sobre todo abrazar con mucho amor y agradecimiento las heridas y las sombras propias. Así entendí que lo único que podía salvar era a mí. Esto marcó el nacimiento de este proyecto.
Nudo a nudo, deshice los míos propios. Volví a conectar con aquella niña que hacía por el simple placer de hacer. Las ideas volvían a mi mente, los diseños aparecían como una visión y la inspiración guiaba mis manos. BosCa es toda esta inspiración plasmada en la realidad. Un refugio a la vez que una necesidad de expresión. El resultado de muchas vivencias y de conectar con una misma para, des de la propia esencia, hacer lo que amas. Sin miedos.

 

 

 

 Siempre tuve claro que, si creaba mis propios productos no podía ser a cualquier precio. Admiro la belleza de la naturaleza y creo en un modelo de consumo responsable y sostenible. Es por eso que, para la creación de mis piezas utilizo cuerdas 100% recicladas y que cuentan con el sello Oeko-Tex Standard 100. Este, garantiza que los tejidos están fabricados de manera responsable, transparente y sin productos químicos ni substancias nocivas para la salud ni el medio ambiente. Tampoco utilizo derivados animales.

 

Utilizo únicamente la técnica del macramé. Que se define como el arte de hacer nudos decorativos con cuerdas. Estos se entrelazan entre sí creando patrones y la pieza final.

 

Todos los diseños y patrones son propios. Elaborados de inicio a fin artesanalmente por mi dónde cada pieza tiene su propia esencia y sentido.

 

La artesanía tiene la magia de poder convertir una simple idea en una pieza real. Por lo que si deseas una pieza aún más única, puedes personalizarla a tu gusto.

¡Deseo que este pequeño mundo del macramé te enamore tanto como a mí!